Colectivos ciudadanos entregaron más de 11 mil firmas a autoridades estatales para impedir la construcción de un espacio de culto vinculado a la violencia y la descomposición social.
El proyecto es impulsado por un líder religioso que se hace llamar “Obispo Negro”; vecinos y ciudadanos expresan rechazo y piden a autoridades estatales y federales negar la autorización.