

Boca del Río, Ver. - El proyecto es impulsado por un líder religioso que se hace llamar “Obispo Negro”; vecinos y ciudadanos expresan rechazo y piden a autoridades estatales y federales negar la autorización. /
Redacción Bitácoras Políticas | Boca del Río, Ver. | 25 Sep 2025
Se encuentra en trámite la autorización para la apertura del primer templo dedicado al satanismo y a la Santa Muerte, confirmó Rogelio Hernández, quien se presenta como “Obispo Negro” de esta iglesia. El recinto estaría ubicado en las inmediaciones del malecón, cerca del hotel Real del Mar, de acuerdo con lo expresado por el dirigente religioso.
Hernández afirmó que el satanismo que promueve “no se vincula con prácticas de brujería ni sacrificios”, sino que busca presentarse como “una filosofía de vida pacífica, orientada al cambio personal”. Señaló que en la iglesia estarán prohibidos actos violentos, así como rituales que involucren animales o personas. El espacio incluiría un área de ofrendas, venta de objetos esotéricos y actividades para “derribar estigmas” sobre esta creencia.
Sin embargo, la intención ha generado rechazo entre distintos sectores ciudadanos. A través de comunicados y pronunciamientos, grupos vecinales y colectivos han solicitado a la Secretaría de Gobernación de Veracruz y a autoridades federales negar los permisos. Argumentan que la devoción a la Santa Muerte y el satanismo están asociados en el país con prácticas criminales, lo que, aseguran, representa un riesgo para la paz social.
En un escrito dirigido al secretario de Gobierno estatal, Ricardo Ahued Bardahuil, ciudadanos pidieron que se exhorte a la Federación a frenar la autorización. “Permitir un templo de este tipo en una comunidad familiar sería abrir la puerta a mayor inseguridad y caos social”, señalan en la petición.
Por el momento, el proyecto no ha recibido rechazo formal por parte de vecinos inmediatos al lugar, según reconoció el propio dirigente religioso. Sin embargo, la controversia continúa, y el tema se encuentra bajo análisis de las instancias competentes.
La legislación mexicana reconoce la libertad de creencias y de culto, siempre que su ejercicio no contravenga el orden público ni afecte derechos de terceros. Bajo ese marco, corresponderá a las autoridades federales y estatales resolver sobre la solicitud de permisos para este recinto religioso.