Durante trabajos de infraestructura urbana, trabajadores hallan cimientos que podrían corresponder a la histórica Puerta de la Merced, acceso simbólico de la ciudad amurallada.
El INAH localizó la pieza en la calle Donceles 97, donde se alzaba el calmécac; los grabados aluden a ciclos solares y deidades fundamentales de la cosmovisión mexica.
Tras recabar los indicios, se ordenó levantar los restos y trasladarlos al Semefo para su reconstrucción e identificación pues permanece en calidad de desconocido