Irineo Pérez Melo | Xalapa, Ver. | 16 Jul 2025
A 39 días de iniciar una huelga de hambre y por segundo día consecutivo encadenado a un poste del alumbrado público frente a Palacio de Gobierno, Juan Ricardo Ordóñez Jerez sufrió un desvanecimiento debido a un cuadro severo de deshidratación. La situación obligó a la intervención de paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes lo rehidrataron vía intravenosa en el sitio.
El manifestante, originario de Coatzacoalcos, denunció que a pesar de su protesta prolongada, las autoridades estatales, en particular la Fiscalía General del Estado (FGE), no han dado solución a su demanda de justicia por un presunto despojo de terrenos y amenazas de muerte, en las que señala como responsables a familiares del exdiputado local Gonzalo Guízar Valladares.
A pesar del deterioro físico evidente, Ordóñez Jerez se mantiene en la Plaza Sebastián Lerdo de Tejada, donde ha decidido continuar con su protesta pacífica. Refirió sentirse mareado, con dolores estomacales y debilitado por la exposición continua al sol y la falta de alimentos y líquidos, pero sostuvo que su lucha no cesará mientras su caso no sea atendido con seriedad.
El afectado señaló que, si bien ha sido escuchado por funcionarios de diversas dependencias, en lo que respecta a la FGE ha sido canalizado únicamente a la Fiscalía Regional de Coatzacoalcos. Esta instancia, según argumenta, es encabezada por un funcionario que tendría vínculos familiares con la persona denunciada, por lo que teme ser revictimizado o incluso expuesto a represalias si acude a esa sede.
“No quiero ir a entregarme a quienes me han amenazado. Ya estoy cansado, pero seguiré aquí hasta que me resuelvan o hasta que deje la vida en esta protesta”, declaró con voz entrecortada tras recibir atención médica.
Ordóñez Jerez aseguró haber presentado denuncias formales ante instancias ministeriales, pero afirma que su caso ha sido ignorado o desviado, lo que lo llevó a iniciar esta huelga como último recurso. Su protesta ha transcurrido de forma pacífica y ha sido documentada públicamente desde hace más de un mes, sin que hasta el momento exista una respuesta efectiva de las autoridades responsables.
El caso ha generado preocupación entre observadores de derechos humanos y ciudadanos que frecuentan la plaza pública, quienes han manifestado solidaridad con el huelguista. Sin embargo, hasta ahora, ninguna autoridad ha emitido una postura pública formal respecto a la situación.
La salud de Juan Ricardo Ordóñez se encuentra comprometida, y su permanencia en el sitio plantea un riesgo creciente. Mientras tanto, él insiste en que no se trata de una protesta política, sino de una demanda legítima de justicia ante una Fiscalía que, asegura, ha evadido su responsabilidad constitucional.
