Xalapa, Ver. - El silencio oficial sobre la salida de María Angélica Buendía Espinosa agrava la tensión en el proceso de prórroga del rectorado /

Redacción Bitácoras Políticas | Xalapa, Ver. | 12 Jun 2025

En plena efervescencia por la solicitud de prórroga presentada por el rector Martín Aguilar Sánchez, la Universidad Veracruzana (UV) enfrenta una nueva sacudida institucional: la Dra. María Angélica Buendía Espinosa, integrante de la Junta de Gobierno, renunció en medio del proceso para definir el futuro de la rectoría. El hecho, de alta trascendencia, no ha sido informado oficialmente por el órgano colegiado, lo que ha generado un vacío informativo que alimenta la desconfianza y la especulación.

La renuncia fue dada a conocer por la prensa, no por los canales oficiales de la universidad. Esta omisión contrasta con la rapidez con la que la Junta de Gobierno ha emitido comunicados recientes —uno de los cuales incluso advierte sobre amenazas hacia sus integrantes— para justificar procedimientos y enviar mensajes de control institucional. La falta de transparencia respecto a la salida de Buendía Espinosa, quien presuntamente se deslindó del proceder del órgano por “presiones internas”, ha encendido las alertas dentro y fuera de la comunidad universitaria.

El llamado público del académico Jorge Manzo Denes, figura de referencia en la UV, subraya la gravedad del momento. En su posicionamiento, advierte que no se trata solamente de un proceso administrativo, sino de una fractura en los principios de legalidad, legitimidad y comunidad que deberían regir a la universidad. Considera la renuncia como un acto ético y exige que se informe de manera oficial, se expliquen sus causas y se transparente el procedimiento para designar a quien sustituirá a la exintegrante del órgano colegiado.

El artículo 5 de la Ley de Autonomía Universitaria establece que la Junta de Gobierno tiene la facultad de realizar esa designación. Sin embargo, diversas voces académicas, incluida la de Manzo Denes, proponen que este relevo se haga con criterios de transparencia y participación, en aras de restaurar la credibilidad institucional. La falta de información oportuna ha generado un entorno de sospecha que, según advierten analistas y docentes, amenaza con erosionar aún más la legitimidad del órgano universitario.

La UV, históricamente reconocida como bastión de civilidad y vida democrática en el estado, se encuentra hoy ante un dilema que trasciende la continuidad de un rectorado: se debate entre el riesgo del desgaste institucional y la posibilidad de restituir la confianza mediante un ejercicio genuino de transparencia. Mientras la Junta de Gobierno guarde silencio, crece el riesgo de que la comunidad universitaria perciba esta etapa como una regresión en la cultura democrática que durante décadas dio sustento a la vida universitaria en Veracruz.