

Redacción Bitácoras Políticas | Xalapa, Ver. | 21 Nov 2025
La reaparición de la imagen del grupo musical Los Aguas Aguas en diversos puntos de la capital veracruzana, ocurrida el 11 de noviembre, provocó desconcierto entre seguidores y reactivó el debate sobre las denuncias y rupturas internas que llevaron a la disolución de la banda en 2024. El hecho ocurrió luego de que tres de sus fundadores —Demiss Arenal Reyes, Daniel Cruz Gracia y Roberto Espinosa Mesa— presentaran en Xalapa su nueva agrupación, Easy & Tropical Machine, un proyecto independiente que, sin embargo, fue anunciado desde las redes sociales oficiales de Los Aguas Aguas.
La difusión de la nueva imagen del grupo en lugares emblemáticos como Los Lagos, Los Berros, el Callejón del Diamante, el Teatro del Estado y espacios universitarios generó interpretaciones diversas, desde quienes celebraron un presunto regreso hasta quienes expresaron preocupación por la utilización de un nombre asociado a señalamientos previos de violencia. Parte de la reacción se debe a que el vocalista Demiss Arenal —acusado en 2024 de presuntas violencias contra mujeres— figura nuevamente como líder del proyecto musical.
La banda Los Aguas Aguas, fundada en 2005 en Xalapa y reconocida por fusionar reggae, cumbia, son jarocho y jazz, se desintegró luego de que la agrupación anunció públicamente la separación de Arenal el 12 de marzo de 2024. Esto ocurrió tras su aparición en tendederos digitales y presenciales durante las movilizaciones del 8 de marzo, donde fue señalado por violencia física, psicológica y sexual. La propia banda, en ese momento, expresó que “desaprueba cualquier tipo de conducta que vaya en contra de su discurso” y que la salida del vocalista respondía a la necesidad de mantener el mensaje de paz y respeto presente en su obra.
A la salida de Arenal siguieron renuncias de integrantes. Ese mismo 12 de marzo, el bajista Daniel Cruz y el trompetista Manuel Monforte anunciaron públicamente su retiro. Ambos señalaron motivos personales y éticos, destacando que no podían continuar sin el vocalista, pero subrayando que su decisión no significaba avalar ni encubrir ninguna forma de violencia.
Cruz afirmó que debía actuar en congruencia con su trayectoria personal y con el profundo vínculo construido durante dos décadas de trabajo colectivo. Monforte, por su parte, describió el proceso como una disyuntiva difícil entre “lo justo y lo correcto”, pero aseguró que su retiro respondía a una reflexión personal y no buscaba minimizar los señalamientos que habían surgido en contra de su excompañero.
Las más recientes reacciones ocurrieron tras el anuncio del nuevo proyecto musical. Edwin Bandala, también fundador de Los Aguas Aguas, cuestionó la utilización del legado del grupo y de su imagen pública. En un extenso mensaje, afirmó que detrás del éxito de la banda existió el trabajo conjunto de más de 20 personas y señaló que el “ego” y la “falta de valores” de algunos integrantes contribuyeron al fin del proyecto original. Bandala lamentó que las voces de mujeres que denunciaron conductas de violencia hayan sido “invalidada[s]” bajo el argumento de que no existían denuncias formales.
Otro exintegrante, Connan Contreras, expresó que su ruptura definitiva con la banda ocurrió cuando su hija decidió quitarse una gorra con el logotipo del grupo al ver un cartel con señalamientos durante la marcha del 8M de 2024. Para él, dicha experiencia evidenció que la agrupación ya no podía representarlo. Contreras afirmó que prioriza su responsabilidad como padre y señaló que la coherencia ética debe estar por encima de cualquier proyecto artístico.
El 20 de noviembre, Demiss Arenal y otros tres músicos fundadores presentaron su nuevo proyecto Easy & Tropical Machine, lo que avivó la controversia debido a que el lanzamiento fue realizado desde las redes sociales oficiales de Los Aguas Aguas, provocando la percepción de un posible regreso de la banda original. Hasta ahora no se ha emitido un comunicado que aclare la relación entre el proyecto emergente y el nombre de la agrupación desintegrada.
Arenal no ha publicado ninguna postura sobre los señalamientos de violencia que motivaron su salida en 2024, ni ha explicado públicamente por qué asumió nuevamente una identidad vinculada a un proyecto marcado por tensiones internas y cuestionamientos sociales.
La difusión de la imagen de Los Aguas Aguas en Xalapa y otras ciudades —incluyendo Coatepec, Jalcomulco, Boca del Río y algunas localidades fuera del estado— generó reacciones encontradas en redes sociales. Una parte de los seguidores expresó entusiasmo ante la posibilidad de un regreso; mientras que otros señalaron que, sin aclarar el estatus de las denuncias y sin transparencia respecto al uso del nombre, la reactivación puede considerarse problemática.
Entre músicos y exintegrantes persiste la discusión sobre la autoría colectiva de la banda, así como sobre la responsabilidad ética ante señalamientos de violencia de género. La ausencia de un pronunciamiento conjunto o institucional mantiene abierta la incertidumbre.
Los Aguas Aguas se consolidaron durante casi dos décadas como una de las agrupaciones independientes más influyentes de Veracruz, con presencia en escenarios nacionales e internacionales. Su reciente reaparición pública reabre no solo el interés de su base de seguidores, sino también las preguntas sobre los límites éticos en los proyectos artísticos, las responsabilidades individuales y colectivas ante señalamientos de violencia y el significado del legado cultural compartido.
Por ahora, la situación permanece en desarrollo y sin una aclaración oficial que determine el futuro del nombre, la marca y la memoria de una de las bandas xalapeñas más emblemáticas de los últimos años.