Poza Rica, Ver. - A diez días del desbordamiento del río Cazones, continúan las lluvias y la solidaridad ciudadana en Poza Rica, donde vecinos y autoridades siguen trabajando para atender los daños. /

Poza Rica, Ver. - A diez días del desbordamiento del río Cazones, continúan las lluvias y la solidaridad ciudadana en Poza Rica, donde vecinos y autoridades siguen trabajando para atender los daños. /

José Luis Ortega Vidal | Poza Rica, Ver. | 20 Oct 2025

A diez días del desbordamiento del río Cazones, la colonia Floresta sigue mostrando las huellas de la inundación que afectó a más de una veintena de sectores en este municipio. Este domingo, la lluvia volvió a caer sobre una ciudad aún en proceso de limpieza y reconstrucción, mientras persiste el apoyo solidario entre la población.

El siniestro, ocurrido tras las intensas precipitaciones provocadas por la tormenta tropical Raymond, dejó a cientos de familias con viviendas dañadas y pertenencias perdidas. Aunque el nivel del agua ha descendido, el panorama sigue siendo crítico: calles cubiertas de lodo, restos de muebles en las banquetas y el olor a humedad que domina el ambiente.

Desde temprana hora, vecinos y voluntarios han continuado con labores de limpieza y distribución de víveres. “La ayuda solidaria no se frena; gente del pueblo trae comida al pueblo y a los policías estatales que trabajan, ayudan, en el rescate”, relató José Luis Ortega Vidal, testigo y cronista local de los hechos.

Las autoridades municipales y estatales mantienen operativos de apoyo en las zonas más afectadas, con presencia de Protección Civil, Seguridad Pública y personal de salud. Se reportan también acciones de abastecimiento de agua y alimentos, además del retiro de escombros en vialidades primarias y secundarias.

El Gobierno de Veracruz informó que se realiza una evaluación técnica de los daños materiales en viviendas e infraestructura pública, con el propósito de gestionar recursos para la rehabilitación. Sin embargo, las lluvias registradas en las últimas horas han dificultado los trabajos y generado preocupación entre los habitantes por un posible nuevo incremento del cauce.

En la colonia Floresta, los vecinos aseguran que lo más difícil ha sido recomenzar. “Nos quedamos con lo que traíamos puesto, pero seguimos aquí, ayudándonos entre todos”, dijo una de las vecinas afectadas.

A pesar del cansancio y la incertidumbre, la jornada dominical transcurre entre el esfuerzo comunitario y la esperanza. En Poza Rica, literalmente, llueve sobre mojado, pero también sobre un pueblo que no ha dejado de sostenerse con su propia fuerza.