

Ciudad de México - El gobierno federal mantiene activa la alerta en 40 municipios del estado; Ejército y Guardia Nacional despliegan operativos de rescate y auxilio en las zonas más afectadas. /
Redacción Bitácoras Políticas | Ciudad de México | 13 Oct 2025
Las intensas lluvias que azotan a Veracruz desde hace varios días han dejado un saldo preliminar de 29 personas fallecidas y 18 más en calidad de no localizadas, informó Laura Velázquez Alzúa, titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC). La funcionaria federal precisó que los tres niveles de gobierno mantienen acciones coordinadas para auxiliar a la población y atender las emergencias derivadas de las inundaciones.
La información fue dada a conocer durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en Palacio Nacional, donde Velázquez confirmó que 40 municipios veracruzanos presentan afectaciones, de los cuales 22 registran daños severos. Indicó que los protocolos de emergencia continúan activos y exhortó a la ciudadanía a mantenerse informada por canales oficiales.
De acuerdo con la CNPC, los municipios con mayor impacto incluyen Espinal, Coyutla, Poza Rica, Cazones, Tihuatlán, Coatzintla, Álamo Temapache, Ixhuatlán de Madero, Tantoyuca, Tempoal, El Higo, Platón Sánchez, Chalma, Zontecomatlán, Ilamatlán, Texcatepec, Zacualpan, Huayacocotla, Tuxpan, Gutiérrez Zamora y Tecolutla. En estas zonas se reportan deslaves, anegamientos, daños en carreteras, caída de árboles y postes, interrupción eléctrica y pérdida de viviendas.
El Ejército Mexicano y la Guardia Nacional desplegaron elementos para apoyar en labores de rescate, distribución de víveres y habilitación de refugios temporales. Los equipos de Protección Civil federal se concentran principalmente en Poza Rica y Álamo, donde se realizan tareas de búsqueda y entrega de ayuda humanitaria.
La presidenta Claudia Sheinbaum instruyó mantener comunicación permanente con el gobierno estatal, encabezado por Rocío Nahle García, quien ha sostenido reuniones con alcaldes de las zonas afectadas y supervisado personalmente los puntos críticos. La mandataria estatal informó la instalación de centros de acopio en Xalapa, Poza Rica y Tuxpan, y convocó a la ciudadanía a donar alimentos no perecederos, agua potable, ropa, cobijas, artículos de higiene y medicamentos.
Velázquez Alzúa señaló que la alerta amarilla permanece activa en gran parte del territorio veracruzano, mientras que las regiones montañosas y del norte están en fase naranja, ante la posibilidad de nuevas tormentas. El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que un sistema de baja presión en el Golfo de México podría intensificarse y generar lluvias fuertes durante las próximas 72 horas.
El gobierno federal llamó a la población a no cruzar ríos crecidos ni transitar por caminos inundados, y recordó que las autoridades locales cuentan con la línea nacional 079 para reportar personas desaparecidas o solicitar apoyo.
Durante su intervención, Velázquez Alzúa subrayó la importancia de la colaboración ciudadana y de evitar la difusión de rumores. Reiteró que la CNPC dará seguimiento puntual a los casos de personas no localizadas y garantizará acompañamiento psicológico y legal a las familias afectadas.
Hasta el momento, no se han dado a conocer las identidades de las víctimas ni un desglose por municipio, lo que ha generado incertidumbre en algunas comunidades. Diversas organizaciones civiles solicitaron transparencia en el uso de los recursos de emergencia y la distribución equitativa de la ayuda.
La tragedia en Veracruz vuelve a poner en evidencia la vulnerabilidad estructural de las regiones más marginadas del país ante los fenómenos meteorológicos. Aunque la respuesta gubernamental ha sido inmediata, será en los próximos días, conforme avance el recuento de daños, cuando se conozca la verdadera magnitud del desastre.
Desde Palacio Nacional, la promesa de la presidenta Sheinbaum fue clara: “Nadie quedará desamparado.” El cumplimiento de esa palabra dependerá ahora de la eficacia institucional y del compromiso de las autoridades con la población que enfrenta, una vez más, las consecuencias de la naturaleza y del abandono histórico.