Poza Rica, Ver. - Mientras el río Cazones desbordaba sus aguas, los petroleros de la Sección 30 fueron la primera línea de auxilio, rescatando familias y mascotas atrapadas en sus hogares. /

Poza Rica, Ver. - Mientras el río Cazones desbordaba sus aguas, los petroleros de la Sección 30 fueron la primera línea de auxilio, rescatando familias y mascotas atrapadas en sus hogares. /

Poza Rica, Ver. - Mientras el río Cazones desbordaba sus aguas, los petroleros de la Sección 30 fueron la primera línea de auxilio, rescatando familias y mascotas atrapadas en sus hogares. /

Poza Rica, Ver. - Mientras el río Cazones desbordaba sus aguas, los petroleros de la Sección 30 fueron la primera línea de auxilio, rescatando familias y mascotas atrapadas en sus hogares. /

Poza Rica, Ver. - Mientras el río Cazones desbordaba sus aguas, los petroleros de la Sección 30 fueron la primera línea de auxilio, rescatando familias y mascotas atrapadas en sus hogares. /

Poza Rica, Ver. - Mientras el río Cazones desbordaba sus aguas, los petroleros de la Sección 30 fueron la primera línea de auxilio, rescatando familias y mascotas atrapadas en sus hogares. /

Poza Rica, Ver. - Mientras el río Cazones desbordaba sus aguas, los petroleros de la Sección 30 fueron la primera línea de auxilio, rescatando familias y mascotas atrapadas en sus hogares. /

Redacción Bitácoras Políticas | Poza Rica, Ver. | 10 Oct 2025

En la madrugada del 10 de octubre, Poza Rica despertó bajo la amenaza del río Cazones, que rompió sus márgenes y arrastró calles, hogares y comercios. Ante la lentitud de la respuesta institucional, fueron los trabajadores de Pemex quienes se convirtieron en el verdadero salvavidas de la ciudad.

Con el sonido del silbato de emergencia que solo se activa en casos críticos, decenas de petroleros se lanzaron a las zonas afectadas. Lanchas, camiones 4x4, ambulancias y los emblemáticos “Macarios” —vehículos industriales adaptados para rescate— se movilizaron con rapidez. Cada rescate exigía fuerza, coordinación y, sobre todo, coraje: los trabajadores subían a techos inundados, guiaban familias hacia la seguridad y sacaban a mascotas atrapadas en corrientes traicioneras.

“Dios guarde, guíe y proteja a los trabajadores de Pemex que van rumbo a las zonas afectadas con los ‘Macarios’”, compartió un testigo en redes sociales mientras observaba la labor incansable del personal petrolero. Más de 25 elementos participaron en el rescate directo, usando dos lanchas con motores fuera de borda y una moto acuática. La intervención permitió salvar a decenas de personas antes de que las autoridades municipales y militares pudieran organizar la respuesta.

El río convirtió las calles en caudales implacables y sumergió viviendas, negocios y centros de abasto. Sin embargo, la acción inmediata de Pemex mitigó la tragedia: familias evacuadas y personas atrapadas en techos fueron llevadas a zonas seguras, mientras los albergues locales recibían a quienes perdieron todo. La solidaridad ciudadana se sumó al esfuerzo, pero fueron los petroleros quienes marcaron la diferencia.

En medio de la adversidad, Poza Rica recuerda que la fuerza y la unidad no siempre vienen de las instituciones, sino del compromiso y la valentía de quienes no temen mojarse, ensuciarse y arriesgar su vida por los demás. Hoy, la ciudad petrolera comienza a reconstruirse con un aplauso que resuena especialmente para los héroes de Pemex.