

Redacción Bitácoras Políticas | Ciudad de México | 07 Oct 2025
México mantendrá estancada su producción de maíz en el ciclo comercial 2025-2026, con una cosecha estimada en 25 millones de toneladas, volumen igual al de las importaciones previstas, de acuerdo con el más reciente informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Es el tercer año consecutivo en que el país depende en la misma proporción del maíz extranjero que del producido localmente.
En una década, la producción nacional de maíz disminuyó 3.7%, mientras que las importaciones aumentaron 78.4%, reflejando la creciente dependencia del abasto proveniente de Estados Unidos, que representa 99% del total del grano que llega al país.
El USDA atribuye el estancamiento de la producción mexicana a bajos rendimientos, falta de innovación tecnológica, limitadas inversiones en el campo y restricciones hídricas, mientras que el aumento de la demanda por parte de la industria pecuaria y alimentaria ha impulsado las compras internacionales.
Según el organismo, el leve incremento del 8% previsto para la producción en 2025-2026 obedece a mayores lluvias en Sinaloa, lo que ha permitido rellenar embalses y ampliar la superficie sembrada en un 2%, hasta 6.6 millones de hectáreas. Sin embargo, el propio informe advierte que la producción seguirá por debajo del promedio histórico debido a las limitaciones estructurales del sector: escasez de financiamiento, inseguridad en zonas rurales y competencia con cultivos hortícolas de mayor rentabilidad.
En el noroeste del país, particularmente en Sinaloa, las condiciones de riego y los precios más altos han incentivado la siembra, pero no compensan las pérdidas acumuladas por sequías en años anteriores.
Pese al aumento proyectado, las importaciones seguirán cubriendo la demanda del mercado interno. Para el ciclo 2024-2025, el USDA calcula un incremento del 3% en las compras externas, también equivalentes a 25 millones de toneladas, para abastecer el consumo de la industria de alimentos balanceados y del sector ganadero.
Entre octubre de 2024 y julio de 2025, México importó 21 millones de toneladas métricas de maíz, 97% amarillo y 3% blanco. Las compras a Estados Unidos de maíz blanco aumentaron 211%, alcanzando 630 mil toneladas métricas, debido a la reducción de la producción nacional y la escasez de existencias.
El USDA estima que el consumo total de maíz en México durante el año comercial 2025-2026 crecerá 3%, hasta 49.8 millones de toneladas, impulsado por la demanda de alimento balanceado para las industrias avícola, porcina y bovina.
Por su parte, el Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados (Conafab) prevé que la producción de alimento balanceado aumente 2% en 2025, hasta casi 42 millones de toneladas métricas, en respuesta al crecimiento de la producción ganadera.
Además, la suspensión temporal de importaciones de ganado en pie desde México hacia Estados Unidos, derivada del brote del gusano barrenador, podría incrementar la demanda nacional de granos forrajeros, pues más cabezas de ganado permanecerán en el país para su engorda.
Con estos datos, el maíz mexicano mantiene una balanza comercial deficitaria, dependiente del suministro estadounidense, y un panorama de productividad limitada que, pese a las condiciones favorables de lluvias, no logra revertir la tendencia de dependencia alimentaria del país.