Xalapa, Ver. - El notario Manuel Díaz Rivera subrayó que ambas figuras jurídicas brindan certeza jurídica, previenen conflictos y garantizan la dignidad humana en la última etapa de la vida /

Redacción Bitácoras Políticas | Xalapa, Ver. | 13 Sep 2025

En el marco de la campaña nacional Septiembre, Mes del Testamento, el notario público Manuel Díaz Rivera impartió una conferencia magistral en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana (UV), donde expuso la relevancia del testamento y la voluntad anticipada como herramientas jurídicas con un enfoque humanista y de responsabilidad social.

Durante su intervención, el especialista explicó que el testamento constituye no solo un mecanismo legal para disponer de bienes y derechos tras el fallecimiento, sino un acto de previsión que fortalece la certeza jurídica y evita conflictos familiares y procesos judiciales prolongados.

El conferencista detalló que, en Veracruz, el costo de este trámite se reduce durante septiembre a alrededor de 1,200 pesos, mientras que el resto del año puede superar los 3,000, dependiendo de la notaría y los derechos de registro. Destacó además que adultos mayores, integrantes de cuerpos de auxilio y fuerzas armadas cuentan con tarifas preferenciales. A nivel nacional, las tarifas fluctúan entre 1,200 y 3,500 pesos, lo que coloca a Veracruz entre las entidades más accesibles.

En la segunda parte de su exposición, Díaz Rivera abordó la figura de la voluntad anticipada, mediante la cual una persona establece, de forma libre y consciente, las decisiones que desea se respeten respecto a tratamientos médicos o cuidados paliativos en caso de encontrarse en etapa terminal o sin capacidad de manifestar su voluntad.

Aseguró que este instrumento responde al respeto pleno de la dignidad humana, pues permite a cada persona vivir el final de su vida conforme a sus valores y creencias, evitando prolongar el sufrimiento de manera artificial.

Finalmente, el notario enfatizó que tanto el testamento como la voluntad anticipada son expresiones jurídicas de solidaridad familiar y respeto a la autonomía personal, al tiempo que convocó a fomentar una cultura de previsión que garantice la paz familiar y la dignidad en la última etapa de la vida.