El festival fue impulsado por la gobernadora Rocío Nahle García, quien destacó que el evento recupera la esencia de las primeras ediciones para proyectarse como una plataforma renovada que fortalece el tejido social y acerca el arte a las nuevas generaciones. Durante el concierto de clausura, la mandataria entregó a Tania Libertad la estatuilla de Quetzalcóatl como reconocimiento a su participación y afirmó que el Festival del Mar se mantendrá durante los seis años de su gobierno.

El público coreó con entusiasmo los éxitos de Los Ángeles Azules, que ofrecieron un repertorio de 25 temas que incluyó Entrega de amor, Las maravillas de la vida, El listón de tu pelo y Cómo te voy a olvidar. El ambiente alcanzó su punto más alto con Mis sentimientos y 17 años, piezas que confirmaron a la agrupación como un fenómeno intergeneracional.

Previo a su actuación, Tania Libertad ofreció un recorrido musical de casi dos horas en el que interpretó clásicos de Armando Manzanero, Mercedes Sosa, José Alfredo Jiménez y Agustín Lara, además de un homenaje a Veracruz con una versión única de La Bruja. Su voz cautivó al público con temas como Cucurrucucú paloma, Gracias a la vida y Piensa en mí.

El Festival del Mar reunió a personalidades de la cultura y las artes como Laura Esquivel, Sabina Berman y Lenia Batres, además de artistas de talla internacional como Lila Downs, La Santa Cecilia y Reyli Barba. Las actividades incluyeron conferencias magistrales, talleres, presentaciones artísticas y conciertos gratuitos, que abarcaron el Centro de Convenciones, la Casa de Cultura y el Hemiciclo.

Pedro Miguel Rosaldo, alcalde electo de Coatzacoalcos, destacó la respuesta ciudadana al festival, que calificó como un espacio de hermandad y encuentro para las familias de la región. “La gente de Coatza recibió con alegría, admiración y cariño a los artistas que nos regalaron gratos momentos”, expresó.

Con esta edición, el Festival del Mar se perfila como uno de los eventos culturales más importantes del sur de Veracruz, al tiempo que refuerza la proyección de Coatzacoalcos como un punto de encuentro artístico en la región Olmeca.