

Xalapa, Ver. - En su comunicado dominical, la Iglesia católica advierte sobre el desencanto ciudadano hacia la política y exhorta a hacer del silencio y la oración una vía para transformar la realidad con compromiso social. /
Irineo Pérez Melo | Xalapa, Ver. | 27 Jul 2025
Ante la compleja situación política y social que atraviesa el país, la Arquidiócesis de Xalapa hizo un llamado a la ciudadanía para recurrir a la oración y al silencio como medios de reflexión, sensibilidad y transformación. El exhorto fue emitido este domingo a través de un comunicado firmado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos, vocero de la Oficina de Comunicación Social del arzobispado.
“El clima de desencanto y el escaso aprecio hacia la actividad política tienen raíces profundas en problemáticas como el desempleo, la violencia, la corrupción, la migración, la deficiencia en los servicios de salud y la pérdida de credibilidad institucional”, se lee en el texto. En este contexto, la Arquidiócesis sostiene que es necesario volver a la interioridad, confiando en que el diálogo con Dios y la reflexión silenciosa abren caminos para comprender y transformar estas realidades.
El documento pastoral precisa que el país enfrenta retos serios que no han sido resueltos a fondo por las autoridades, entre ellos el narcotráfico, los secuestros, el abandono del campo, los salarios desproporcionados en la función pública y una clase política carente de resultados. Ante este panorama, la Iglesia propone que la ciudadanía participe activa y conscientemente, “sin exclusión de nadie”.
Según el comunicado, la oración no debe entenderse como evasión de los deberes cívicos ni como resignación ante la adversidad, sino como una práctica que permite reconocer la dignidad de cada persona y convertirla en protagonista de su propia historia. “Sólo desde esa perspectiva —se indica— es posible construir una nación más justa, solidaria y con esperanza”.
Asimismo, se advierte que la vida moderna, saturada de tareas, obligaciones e intereses materiales, ha desplazado el espacio para el silencio y la oración. Frente a ello, la Arquidiócesis recuerda la enseñanza de Cristo a sus discípulos: orar insistentemente para hacer presente el Reino de Dios en cada etapa de la historia.
El texto concluye subrayando que transformar las condiciones sociales adversas es posible si se conjugan la fe, la participación ciudadana y el compromiso con la justicia y la dignidad humana. “No es posible vivir la fe desligada de los compromisos que exige la transformación del entorno. La oración confiada a Dios es punto de partida y motor para esa transformación”, finaliza.