Xalapa, Ver. - El estudio, respaldado por la Universidad Veracruzana y la Universidad Anáhuac, busca identificar factores psicológicos y sociodemográficos vinculados a pensamientos suicidas en estudiantes /

Redacción Bitácoras Políticas | Xalapa, Ver. | 10 Jul 2025

Una investigación doctoral desarrollada por la Universidad Veracruzana (UV) y la Universidad Anáhuac busca identificar los factores psicológicos y sociodemográficos que inciden en la ideación suicida entre estudiantes universitarios, una problemática creciente entre adolescentes y jóvenes en México. El proyecto está dirigido por la académica Tamara Cibrián Llanderal, del Instituto de Neuroetología, y es desarrollado por la estudiante Lisbeth Galindo Day, como parte de sus estudios doctorales.

El estudio, titulado “Ideación suicida en universitarios: funciones ejecutivas, teoría de la mente y factores psicosociales”, tiene el objetivo de comprender qué elementos individuales, cognitivos y sociales influyen en la aparición de pensamientos suicidas en jóvenes, y cómo estos se manifiestan en contextos escolares públicos y privados. Para ello, se aplicarán instrumentos psicométricos confidenciales a estudiantes de ambas instituciones a partir del siguiente semestre.

Durante la pandemia de COVID-19, Galindo Day realizó un estudio preliminar con 1,200 participantes, el cual permitió observar dimensiones de la conducta suicida más allá de la ideación, incluyendo planeación, intentos e incluso factores que pueden llevar al suicidio consumado. Entre los principales hallazgos figuran la comorbilidad con depresión y ansiedad, así como experiencias adversas en la infancia y contextos familiares vulnerables.

La profesora Cibrián explicó que una de las líneas innovadoras del proyecto actual es el análisis de la cognición social, es decir, la capacidad de comprender las emociones e intenciones de otras personas, así como de comunicar adecuadamente las propias emociones. Esta habilidad, señaló, puede ser determinante en la forma en que las y los jóvenes enfrentan situaciones de estrés o conflicto.

También se incluirá el análisis de funciones ejecutivas, asociadas al funcionamiento cerebral, para determinar cómo se regulan las emociones, se toman decisiones y se manejan situaciones adversas. La fase piloto del estudio, aplicada a 50 estudiantes, ya arrojó correlaciones significativas entre ideación suicida y factores como depresión, baja autoestima, impulsividad y falta de apoyo familiar o económico.

Cibrián Llanderal subrayó que, si bien los resultados son preliminares, se ha detectado que la presencia de redes de apoyo funciona como un factor protector ante la ideación suicida. Por ello, una parte fundamental del proyecto será vincular a las y los estudiantes identificados en riesgo con servicios especializados en salud mental dentro de las universidades, muchos de ellos gratuitos.

La investigación cuenta con el aval de los comités de ética e investigación del Instituto de Neuroetología, y cumple con los protocolos para el trabajo con seres humanos. Además de los resultados académicos, el proyecto contempla actividades de divulgación científica, entrega de valoraciones individuales y difusión de directorios con atención psicológica especializada.

Finalmente, la investigadora reiteró la importancia de hablar abiertamente del suicidio como una forma de prevención, al señalar que existen aún mitos que impiden abordar el tema de manera clara. “Hablar de suicidio no incita a cometerlo, por el contrario, permite identificar señales de alerta y salvar vidas”, concluyó.