

Tihuatlán, Ver. - El accidente ocurrió por el colapso del hojancho; integrantes del grupo señalan falta de mantenimiento debido al recorte presupuestal desde hace siete años /
Redacción Bitácoras Políticas | Tihuatlán, Ver. | 27 Jun 2025
Un grupo de Voladores de Papantla sufrió una caída de aproximadamente 10 metros de altura durante la ejecución del tradicional ritual totonaca en el municipio de Tihuatlán, luego de que el hojancho —madero que funge como eje central del palo volador— se quebrara inesperadamente. El incidente, ocurrido este viernes durante una ceremonia pública, no causó víctimas fatales, pero dejó a varios danzantes con lesiones.
De acuerdo con testigos y miembros del grupo ceremonial, el deterioro estructural del poste y de las sogas utilizadas habría sido determinante en el colapso. Los voladores afectados señalaron que, desde hace al menos siete años, el gobierno estatal redujo el presupuesto destinado al mantenimiento del equipo, lo que ha dificultado la reposición de materiales fundamentales para la seguridad de la danza.
“El palo ya estaba muy viejo y las cuerdas también. Nosotros lo advertimos desde hace tiempo, pero no hemos recibido apoyo para renovar nada”, lamentó uno de los danzantes, quien pidió no ser identificado por temor a represalias. Relató que el accidente ocurrió justo cuando los voladores se encontraban en pleno descenso del ritual, y el tronco cedió de forma repentina, provocando que se desplomaran.
El ritual de los Voladores de Papantla, reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, forma parte esencial de la identidad totonaca y se practica regularmente en diversos municipios del norte de Veracruz, en especial en Papantla y Tihuatlán.
Autoridades locales aún no han emitido una declaración oficial sobre lo ocurrido, ni se ha informado si habrá una investigación para determinar responsabilidades. Tampoco se ha confirmado si los lesionados fueron trasladados a algún hospital, aunque en el lugar se reportó la atención inmediata por parte de paramédicos.
Organizaciones culturales y civiles han reiterado en años recientes la urgencia de garantizar condiciones mínimas de seguridad para los grupos tradicionales, cuyo trabajo no solo conserva el patrimonio ancestral, sino que además representa un sustento económico para numerosas familias indígenas.
Especialistas en cultura tradicional y derechos de pueblos originarios han advertido que el abandono institucional pone en riesgo la vida de los participantes y la preservación de las prácticas rituales. “El patrimonio intangible también requiere inversión material. No basta con declarar su importancia si no se apoya su permanencia en condiciones dignas y seguras”, señalaron en un pronunciamiento anterior integrantes del Centro de las Artes Indígenas.