Xalapa, Ver. - El presidente del organismo empresarial señala que una escalada en la región podría impactar la estabilidad de mercados y cadenas de suministro internacionales /

Redacción Bitácoras Políticas | Xalapa, Ver. | 24 Jun 2025

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) delegación Xalapa, licenciado Arturo Blanco, advirtió que el actual conflicto armado en Medio Oriente podría derivar en consecuencias económicas a escala global si persiste o se intensifica.

Durante una declaración oficial, Blanco expuso que la prolongación de los enfrentamientos en esa región estratégica podría generar incertidumbre financiera, traducida en la volatilidad de los mercados internacionales, así como en dificultades logísticas que afecten el flujo comercial de ciertos productos esenciales.

“Estamos ante una situación delicada. De agravarse el conflicto, podríamos ver alteraciones en las cadenas globales de suministro, lo cual repercutiría en la disponibilidad de mercancías y eventualmente en los precios al consumidor”, sostuvo el representante empresarial, tras ser consultado sobre las implicaciones económicas de los recientes acontecimientos bélicos en esa zona del mundo.

El dirigente de Coparmex precisó que, aunque México no participa directamente en el conflicto, la economía nacional es susceptible a impactos indirectos debido a su integración con los mercados globales. “No estamos aislados. Cualquier disrupción en el comercio internacional —particularmente en sectores como energía, fertilizantes o materias primas— tiene el potencial de trasladarse a los costos de producción y a la inflación”, explicó.

Asimismo, subrayó la importancia de que tanto el gobierno federal como el sector privado permanezcan atentos al desarrollo de la situación y diseñen estrategias de mitigación ante posibles escenarios de crisis energética, alza en combustibles o escasez de insumos importados.

En ese sentido, llamó a mantener una coordinación efectiva entre actores económicos y autoridades para asegurar la estabilidad de los sectores productivos, priorizando políticas públicas que fortalezcan la competitividad interna y diversifiquen los canales de abastecimiento.

“La prevención es clave. Necesitamos capacidad de reacción, pero también de previsión, para no depender de zonas inestables o de rutas comerciales vulnerables. Este conflicto es un recordatorio de que vivimos en un mundo interconectado, donde las tensiones geopolíticas pueden tener efectos inmediatos en nuestras economías locales”, concluyó Blanco.