21 de Diciembre de 2025
 
21 de Diciembre de 2025
 
Matan a dos empleados de la embajada de Israel en Washington
El ataque, investigado como crimen de odio, ocurrió tras un evento diplomático; la pareja planeaba comprometerse en Jerusalén

Washington, EU - El ataque, investigado como crimen de odio, ocurrió tras un evento diplomático; la pareja planeaba comprometerse en Jerusalén /

Redacción Bitácoras Políticas | Washington, EU | 22 May 2025

Yaron Lischinsky, de 30 años, y Sarah Lynn Milgrim, de 26, empleados de la Embajada de Israel en Estados Unidos, fueron asesinados la noche del miércoles en el centro de Washington D. C., luego de asistir a un evento en el Museo Judío de la capital. El crimen ocurrió alrededor de las 21:00 horas, frente al Lillian & Albert Small Capital Jewish Museum, y el presunto agresor, Elias Rodríguez, de 30 años y originario de Chicago, fue detenido tras gritar “Palestina libre”, lo que motivó que el caso se investigue como crimen de odio.


La pareja, según confirmó la embajada israelí, estaba por comprometerse en Jerusalén la próxima semana. El ataque desató una ola de condenas internacionales y renovó el debate sobre el antisemitismo y la seguridad diplomática. Rodríguez fue captado merodeando la zona antes de acercarse a un grupo de cuatro personas y disparar. Tras los hechos, ingresó al museo, donde fue reducido por personal de seguridad. La policía recuperó el arma utilizada gracias a la cooperación del detenido.


La jefa del Departamento de Policía Metropolitana, Pamela Smith, explicó que Rodríguez no tenía antecedentes registrados en Washington, aunque se investiga si cuenta con vínculos con grupos extremistas. El FBI participa en la investigación para determinar si existen motivaciones terroristas o ideológicas detrás del crimen.


El evento al que asistieron las víctimas fue organizado por la Comisión Judía Americana, dirigido a jóvenes diplomáticos y profesionales judíos. El Ministerio de Exteriores de Israel calificó el ataque como consecuencia del “clima de incitación antisemita” que, advirtió, se ha intensificado en Occidente. Desde Jerusalén, el ministro Gideon Saar culpó a líderes internacionales que, dijo, “se rinden a la propaganda terrorista”.


El embajador de Israel en Washington, Yechiel Leiter, denunció el acto como una “depravación moral”, mientras que el presidente israelí, Isaac Herzog, expresó sentirse “devastado” y exigió no tolerar el antisemitismo. El primer ministro Benjamín Netanyahu anunció un refuerzo inmediato de seguridad en embajadas y consulados israelíes en el extranjero.


Por su parte, la fiscal general de EE. UU., Pam Bondi, y la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, se comprometieron a aplicar “todo el peso de la ley”. En un mensaje publicado en Truth, el presidente Donald Trump condenó el ataque como “horrible y claramente motivado por el antisemitismo” y prometió combatir el odio con firmeza.


Líderes europeos también repudiaron el hecho. La alta representante de la Unión Europea, Kaja Kallas, y cancilleres de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y España condenaron el crimen y manifestaron su solidaridad con el pueblo judío. Todos coincidieron en señalar que no hay lugar para el extremismo ni la intolerancia en las sociedades democráticas.


El atentado ocurre en un momento de tensión global, derivado del conflicto entre Israel y Hamás, que ha dejado decenas de miles de muertos en Gaza y una crisis humanitaria creciente. El asesinato de Lischinsky y Milgrim reaviva el debate sobre los discursos de odio, la polarización internacional y los riesgos que enfrentan diplomáticos en un contexto de escalada bélica y radicalización política.