

Veracruz, Ver. - La alcaldesa se ausenta en plena crisis urbana y proceso electoral; deja sola a la candidata del Clan-Yunes en una campaña que no levanta /
Redacción Bitácoras Políticas | Veracruz, Ver. | 21 May 2025
En plena recta final del proceso electoral municipal y con la ciudad de Veracruz enfrentando serios rezagos en servicios públicos, la alcaldesa Patricia Lobeira Rodríguez fue vista este fin de semana disfrutando de un viaje personal a Nueva York, acompañada por su hermana Ely Lobeira y su cercana colaboradora Gabriela Zamora Loyo, directora municipal de Cultura. La gira, informal y sin agenda oficial, ocurre mientras los reportes ciudadanos por baches, luminarias inservibles, inseguridad y acumulación de basura aumentan en el puerto.
La ausencia de Lobeira Rodríguez no solo ha generado críticas por el descuido administrativo, sino también por su inacción política frente a la campaña tambaleante de Indira Rosales San Román, candidata del PAN y aliada del clan Yunes. A decir de fuentes cercanas, la alcaldesa mantiene una marcada distancia con su exfamilia política, deslindándose por completo del proceso electoral en curso. Mientras la candidata morenista Rosa María Hernández Espejo gana terreno, Lobeira parece optar por concluir su mandato de forma discreta, sin buscar protagonismo y, según sus allegados, sin intenciones de intervenir en una contienda que considera perdida.
La escapada neoyorquina —a todas luces ajena al ejercicio del cargo— ha sido interpretada por distintos sectores como una renuncia tácita a la responsabilidad pública, a pesar de que Lobeira aún encabeza una administración municipal cuya calificación ciudadana se ha desplomado en las encuestas. La escena contrasta con las condiciones cotidianas que enfrenta la población veracruzana, mientras su alcaldesa prefiere el glamour de la “Gran Manzana”.
Aunque fuentes del ayuntamiento aseguraron que el viaje fue “estrictamente personal”, el momento elegido ha alimentado el malestar público y político, dado que ocurre a menos de dos semanas de la jornada electoral. En redes sociales, ciudadanos han cuestionado la desconexión entre la élite política local y las necesidades de la ciudad, recordando que las prioridades del servicio público no deben tomarse a la ligera.
La campaña de Indira Rosales, por su parte, se ha desarrollado sin apoyo visible de la actual alcaldesa, y enfrenta una creciente percepción de derrota, reforzada por la falta de estructura territorial y el descontento social acumulado. A medida que se acerca el 2 de junio, en Veracruz parece consolidarse una transición inevitable. Mientras tanto, su máxima autoridad prefiere los reflectores turísticos antes que los reclamos ciudadanos.