Redacción Bitácoras Políticas | Xalapa, Ver. | 21 May 2025
La periodista veracruzana Avisack Douglas Coronado falleció este lunes luego de ser herida de bala durante un ataque armado perpetrado en la casa de campaña de Xóchitl Tress, candidata de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Juan Rodríguez Clara. El hecho ocurrió mientras se realizaban actividades proselitistas, y dejó como saldo la muerte de Douglas, quien se desempeñaba como jefa de prensa de la aspirante.
La agresión, calificada por diversos actores como un acto cobarde y violento, no solo atentó contra una figura política en campaña, sino contra el derecho a informar libremente y la integridad de quienes ejercen el periodismo en contextos de riesgo. Douglas Coronado fue trasladada con vida a un hospital, pero perdió la vida poco después debido a la gravedad de la herida.
Avisack, reconocida por su labor como reportera, fotógrafa y comunicadora del sur de Veracruz, era una profesional comprometida, valiente y con una trayectoria forjada en el periodismo de calle, muchas veces desde los márgenes y en condiciones adversas. Su asesinato ha provocado una oleada de indignación en redes sociales, gremios periodísticos y sectores políticos, que exigen justicia y garantías para el ejercicio de la libertad de expresión.
Distintos periodistas, medios de comunicación y defensores de derechos humanos han lamentado su muerte y recordado que Veracruz continúa siendo uno de los estados más peligrosos del país para ejercer el periodismo. “La violencia no puede ser el precio por informar”, han expresado colegas de la comunicadora, al tiempo que llaman a las autoridades estatales y federales a esclarecer los hechos y castigar a los responsables.
Ni la Fiscalía General del Estado ni el Gobierno de Veracruz habían emitido un informe oficial sobre los agresores o el móvil del ataque. Sin embargo, la gravedad del hecho ya se suma a una lista alarmante de atentados contra comunicadores y actores políticos en el actual proceso electoral.
El homicidio de Avisack Douglas Coronado no solo enluta al gremio periodístico, sino que reabre el debate sobre la impunidad y la falta de protección a la prensa en contextos de violencia política. Su nombre se suma a una dolorosa estadística que exige respuestas inmediatas, justicia y memoria.
