

Redacción Bitácoras Políticas | Veracruz, Ver. | 13 May 2025
A menos de tres semanas de las elecciones, la campaña de la candidata del PAN a la alcaldía de Veracruz —ligada al llamado Clan-Yunes— atraviesa una severa crisis política y de comunicación. En un giro de último minuto, el vocero del Ayuntamiento de Veracruz, Elías Assad, fue designado como nuevo responsable de medios en el equipo de campaña, en un intento por revertir la desventaja frente a la candidata de Morena, Rosa María Hernández Espejo, quien encabeza las encuestas con una diferencia estimada en casi 30 puntos.
La decisión llega tras una estrategia fallida basada exclusivamente en redes sociales y sin contacto con medios de comunicación tradicionales. Fuentes internas señalan que la postura inicial de la aspirante panista —de no destinar presupuesto a convenios de prensa— terminó aislándola, mientras su adversaria morenista consolidaba apoyo mediático incluso sin pagos de por medio, gracias a una política de apertura y diálogo constante con periodistas locales.
Asistencia desde el ayuntamiento levanta sospechas de desvío
La incorporación de Assad a la campaña ha generado suspicacias, debido a su actual cargo como responsable de comunicación social del gobierno municipal. Analistas advierten que este movimiento podría constituir un desvío de recursos públicos, ya que medios con convenio institucional estarían siendo utilizados para fines proselitistas, lo cual es sancionado por la Ley General en Materia de Delitos Electorales.
Además, trascendió la contratación de un consultor venezolano especializado en campañas de desprestigio, para operar ataques mediáticos contra Hernández Espejo. Esta estrategia de “guerra sucia” —recurrente en procesos anteriores encabezados por el Clan-Yunes— ha sido ampliamente rechazada por la opinión pública y se percibe como una maniobra desesperada frente a la falta de propuestas claras por parte de la candidata panista.
Desconexión con la ciudadanía y medios
Desde el inicio de la contienda, la candidatura del PAN ha sido cuestionada por su escasa visibilidad, bajo perfil y falta de conexión con las demandas ciudadanas. A diferencia de su contrincante, que mantiene presencia constante en medios y redes, así como recorridos en colonias y diálogo abierto, la aspirante del blanquiazul parece no haber logrado posicionarse ante el electorado.
Mientras tanto, medios nacionales comienzan a reflejar el desplome de la candidatura panista en el puerto de Veracruz, y señalan la consolidación de Morena como fuerza dominante en la ciudad. Con la balanza inclinada y el tiempo en contra, las maniobras recientes del equipo de campaña panista parecen insuficientes para revertir una tendencia que, a juicio de muchos observadores, es ya irreversible.