

Xalapa, Ver. - Bitácoras Políticas reafirma, en este día y todos los días, su compromiso con un periodismo que no se arrodilla, que incomoda cuando es necesario y que defiende la verdad como un bien común. /
Redacción Bitácoras Políticas | Xalapa, Ver. | 03 May 2025
Bajo el lema irónico “Todo va bien”, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) conmemora este 3 de mayo el Día Mundial de la Libertad de Prensa, proclamado oficialmente desde 1993, pero más vigente y necesario que nunca en un mundo donde decir la verdad puede costar la vida, el empleo o el prestigio.
La efeméride no es casual. Fue instaurada en memoria de la Declaración de Windhoek, firmada el 3 de mayo de 1991 por periodistas africanos reunidos en Namibia, que exigieron una prensa libre, plural e independiente como condición para la democracia. De ahí, este día sirve para evaluar el estado de la libertad de prensa en el mundo, exigir justicia para quienes han sido asesinados por ejercerla y renovar el compromiso con un oficio que incomoda a los poderosos.
Según datos de organizaciones como Reporteros Sin Fronteras, en los últimos años ha habido un preocupante aumento de agresiones físicas y digitales contra periodistas. El lema de 2022 —“Periodismo bajo asedio digital”— reveló el nuevo campo de batalla: internet, donde los periodistas enfrentan campañas de desprestigio, vigilancia ilegal y censura algorítmica.
En México, uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo sin estar en guerra, la autocensura, el acoso judicial y la impunidad son pan de cada día. La cobertura del crimen organizado, la corrupción política o las violaciones a derechos humanos suele traducirse en amenazas, desapariciones y asesinatos.
La libertad de prensa, recordemos, no es solo un derecho de los periodistas. Es una garantía constitucional para que la sociedad esté informada y tome decisiones en libertad. Implica que los medios puedan investigar, denunciar y publicar sin ser reprimidos, comprados ni silenciados.
Pero en muchos contextos —incluso en democracias formales— se promueven discursos de odio contra la prensa crítica. Se desacredita el trabajo periodístico desde el poder, se manipula la opinión pública y se consolidan oligopolios mediáticos que reducen la pluralidad y homogeneizan el discurso.
El cine ha retratado esta tensión entre poder y verdad en filmes memorables. Todos los hombres del presidente (1976) expuso el escándalo Watergate. Spotlight (2015) sacudió a la Iglesia Católica al mostrar una red de encubrimiento de abusos. Y Maten al mensajero (2014) recordó el precio que pagó Gary Webb por revelar vínculos entre la CIA y el narcotráfico.
También hay historias como la de Guillermo Cano Isaza, periodista colombiano asesinado en 1986 por denunciar al narcotráfico. En su honor, la UNESCO creó el Premio Mundial de Libertad de Prensa, que reconoce a quienes, con valentía, mantienen viva la llama del periodismo ético.
La frase “Todo va bien”, propuesta por la UNESCO en 2023 como mensaje central para esta fecha, busca generar reflexión: cuando no hay noticias incómodas, probablemente hay censura o complicidad. El silencio no siempre es paz; a veces es miedo.
Así, el Día Mundial de la Libertad de Prensa no es una celebración, sino un llamado a resistir. Porque sin periodismo libre no hay democracia viva, y porque detrás de cada nota verdadera hay una historia de riesgo, convicción y compromiso con la sociedad.
Bitácoras Políticas reafirma, en este día y todos los días, su compromiso con un periodismo que no se arrodilla, que incomoda cuando es necesario y que defiende la verdad como un bien común.