Los programas incumplen lineamientos clave del Sistema Nacional de Posgrados; el caso pone bajo escrutinio la gestión académica y administrativa de la Universidad Veracruzana.
Con cartas de aceptación en mano, renunciaron a sus empleos, tomaron un avión, rentaron departamentos y se toparon con que las becas habían sido canceladas. Ahora las jóvenes buscan cuidar mascotas o limpiar casas.